Era el compañero de Kakuzu dentro de Akatsuki. A diferencia de él, Hidan es muy impetuoso y disfruta con las peleas y el daño que causa a los demás. Es seguidor de la religión de Jashin, cuyo
precepto principal es matar a los demás siempre que pueda. Gracias a esta religión es prácticamente inmortal. Pueden clavarle espadas o incluso cortarle la cabeza, él sigue vivo. Además, puede
crear una especie de runa en el suelo, que combinada con la sangre de la víctima (que ha de beber), sirve para que , cualquier daño que reciba se vea reflejado en la víctima. Sería como ser un
muñeco vúdu vivo. Cuando este ritual tiene lugar, Hidan se vuelve de color negro y su cara parece la de una calavera. Una vez mata a su víctima, tiene que hacer media hora de oraciones a su dios.
Su principal arma es una gudaña de tres hojas, gracias a la cual puede hacerse daño a sí mismo (y, por tanto, a los demás) con más efectividad. Eso sí, para que el vudú sea efectivo, él tiene que
encontrarse dentro de la runa del suelo. Su primer combate conocido es contra la Dos-Colas Yugito, a la que mata sin muchos problemas. A continuación se encargan de Chiruku.
Las complicaciones vienen cuando se encuentran con Asuma y su grupo a la salida del templo. Los de la Hoja opnen resistencia (hasta el punto de cortarle la cabeza), pero Kakazu ayuda a recomponer
el cuerpo de Hidan y este se clava la guadaña en los puntos vitales, matando así a Asuma. Han de regresar junto a los Akatsuki, pero 6 días después Hidan se enfrenta a Shikamaru. Este último
consigue vengar a su maestro engañando a Hidan y cortándole la cabeza de nuevo. Dicha cabeza es sepultada bajo un montón de rocas. Así, de alguna forma Hidan sigue vivo, pero es sólo una simple
cabeza bajo un montón de piedras.